This is the dawning of the rest of our lives

viernes, 6 de marzo de 2009

Ginny Weasley


El amor no tiene fronteras cuando se atreve a pasar la barrera, y cuando es mas fuerte que el instinto de supervivencia. No hay salida, cuando ocurre, solo debes estar ahi para evitar sufrir mas que si hubieras perdido todo, para salvar lo que mas te importa en el mundo. Para guardar tu secreto y protegerte del miedo a no ser correspondida. No llorar nunca, confiando en que no hay nunca un porqué, o solo por saber que hay alguien que está peor. Sabiendo que aquella falsa compostura engaña a la persona que amamos, haciéndole creer que no nos duele y que, pase lo que pase, seguiremos a su lado.


-No sabía qué regalarte.

-No hacía falta que me regalaras nada.

-Tenía que ser algo útil y no muy grande, para que pudieras llevártelo.

Harry se detuvo a mirarla, no estaba llorando, ésa era una de las cosas que más le maravillaban de Ginny; que casi nunca lloraba. Se le acercó un poco.

-Y entonces pensé que me gustaría regalarte algo que te ayudara a acordarte de mí, por si... conoces a alguna veela por ahí haciendo eso que tienes que hacer...

-Me temo que ahí afuera no voy a tener oportunidad de conocer a nadie.

-Eso era lo único que necesitaba oír -susurró ella, y de pronto lo besó como nunca hasta entonces.

Harry le devolvió el beso y sintió que Ginny era lo único real en ese momento. Ginny, su contacto, una mano en su espalda y la otra en su largo y fragante cabello.

1 comentario:

Macagiraldez dijo...

PUTA GINNY, HARRY ES MIO QUE LO SEPA