A night asleep

De noche cuando no puedo dormir, dejo mi mente vagar por donde se le antoje. Historias del pasado, del futuro... o del presente. Cuando las horas pasan y no puedo dormir, ni siquiera recurriendo a escuchar musica o prender la tele, me veo obligada a pensar en algo.
A veces no lo consigo y es raro que no haya historia alguna que ocupe mi cabeza. Ya no hay más pedidos al cielo, ya no hay nada que esperar, ya no hay nada que pedir. Me ahorro en imaginarme la posibilidad de que algo podría suceder. No, no me rendí. Me cansé de esperar.
Me cansé de imaginar.
Anyway, ahora que me di cuenta de que no hay nada que hacer conmigo me pregunto -no, mejor dicho me aseguro- que las cosas no deberían tratarse tanto de mí.
Por una vez, quiero salir de mi mente, y ocuparme de los problemas de los demás. Pensar que son los míos. Quiero ser menos egoísta, talvez sea que cuando uno encuentra lo que quiere en su vida se empecina por lograrlo y se olvida de muchas cosas. Sé que hay gente que me necesita. Y el ser humano tiende a ser egoísta, por eso cuando no lo era todos me decían que tenía que pensar más en mí. Ahora yo creo que están algo equivocados. La mente del humano es imparcial, y más cuando se trata de uno mismo. Quizás haya que pensar no tanto desde uno mismo para ser comprendido. Dios, me saca ver que la mayoría de los actos que consideramos normales son egoístas. Es una lucha permanente por agrandarse el orgullo y el ego. Falso. Esa gente que se la da no se de qué. Y son todos. Somos todos. Poquísimas excepciones.
Aún así, uno no elige a quien amar. Y en mi cabeza vagamente volvió a aparecer. ¿Creen que nunca se irá? Yo creo que será difícil. Sólo Dios sabe cuánto te necesito. Sólo Dios sabe cuánto me necesitas. Todo sería inmensamente mejor si tuviera tus manos, tus brazos. Quisiera poder pensar en vos e ignorar todo lo que siento en esos momentos.
El silencio de la noche es lo peor para esos pensamientos que hacen ruido.