This is the dawning of the rest of our lives

sábado, 15 de octubre de 2011

Estoy comprando mi escalera al infierno. Espero que mis pies no sientan el agudo dolor del contacto con el fuego. Ya no sé si descender a la velocidad de la luz va a aliviarlo. Ya no sé si al cielo se llega algún día o todo lo que tenemos es esto. Ahora estoy muy lejos, muy abajo. Y llegar al fondo es una auténtica tentación. ¿De qué hablo? No se trata de subir ni de bajar, se trata de estar afuera o adentro. Y yo estoy afuera de mi propio mundo. Estoy en el medio de la nada, no hay arriba, no hay abajo. Todo es la misma mierda. Trato de hacer todo bien. Voy a la escuela, saco buenas notas, no pido plata, no pido casi nada a decir verdad, trato de hacer sentir bien a cada uno en su dia, me esfuerzo por lo que quiero, no hago forradas, no juego con los sentimientos de nadie, respeto opiniones ajenas, no soy creida y soy transparente.
¿Qué hice mal? ¿Qué hago mal?
Soy tan idiota que intento construir una escalera con cenizas y mientras imagino, me hundo. Me ahogo en lo que no es. Y estoy en el fondo.
¿Y qué puedo hacer?
Y aquí viene en primer lugar, la respuesta más lógica.
Dedicarme a la literatura, porque "me sale", y así pierdo una chance más de ser un fracaso total. En esto hablamos: un potus sin vida sentada las 24 horas del dia frente a un papel o una computadora haciendo arte de los tiempos de crisis, transformar toda la mierda en inspiración para convertirme no solo en un fracaso total, ahora superamos el nivel: ahora soy un fracaso intelectual. Una elevación monumental para mi vida cuando digo que lo único que quiero es ser actriz y bailar y cantar y estar con gente que me haga bien. El resto me chupa un huevo, son hobbies. No quiero ser una intelectual, dejenme en paz! Sigue siendo la misma mierda. Ojala no tuviera esos recuerdos horrendos sobre los que escribir. Ojala algun dia invente una Frida y pueda hacer algo de mi vida sin fallar. Venía bien despues de Nyc, pero un par de semanas acá, y ya lo tenía que hechar a perder. Ya tenía que volver a la famosa costumbre.
Y creo que es como dice Iris, en estos momentos me pregunto que carajo deliro cuando soy feliz; pero no importa, porque volvés a juntarte con esos ilusos exitosos que se hacen llamar tus amigos que te hacen sentir que valés la pena y todas las piezas de tu alma vuelven a unirse, y te olvidás de lo que hasta hacía un rato era imposible de ignorar: ALGO estás haciendo muy mal. Entonces cuando volvés a fallar -esta vez con todo el positivismo- decís: soy la única imbécil que se tropieza 2 veces con la misma piedra.
Así es como vuelvo del paraíso y mi vida se convierte en un infierno en 1 semana.
Maldita mayoría de edad, odio a todos.

No hay comentarios: