This is the dawning of the rest of our lives

viernes, 9 de marzo de 2012

Triquiñuelas

Tengo la incuestionable necesidad de escribir aca hoy. Sobre que? Sobre muchas cosas, el egoismo, el amor, el deseo, el tiempo, el placer…
Para variar no se como empezar, pero los pensamientos se me desordenan en un relato tan perfecto como verborragico.
No entiendo como podes ser asi. Hoy escuche a una vieja (vieja con cariño), a una tia de 92 años con los ojos vidriosos, hablando con mas poesia casual que la que haya escuchado nunca sobre el amor. Parecia salida de una película de Hollywood, tan perfecta la escena, tan fílmica, tan grabable… Realmente pienso que no tiene nada que ver con el deseo, el deseo tiene que ver con el querer algo, querer recibir u obtener algo o a alguien y el amor no desea nada. Solo ama, solo da cariño, cuida.
Y eso de engancharse, encariñarse, esas triquiñuelas de la vida, son tan injustas por momentos.
¿Cómo podes ser tan egoísta para decir que te importo mas que nada? Para decir que soy tu preferida, que te quedarias en este infierno gelido para ver mi cara cuando yo pienso a cada segundo que pasa la posibilidad de salir rajando y no morir en el intento? Yo tambien te amo, pero te juro que me enojas tanto que no te lo puedo demostrar. Pero yo planeaba huir, yo planeaba enterrar todo esto que me pasa hasta dejar de sentir pena por vos, por mi, por todo. No te quedes, yo me voy a ir.
Esa historia del amor cuasi novelístico de dar todo por el otro es un invento. Yo no creia en eso, y vos venis aca y me lo planteas.
Eso no existe. No en mi casa, no aca. No en mi mundo.
Y no digamos que no lo busqué. Puros deseos.
Y la idea de deseo se me hace un poco turbia, siempre es para beneficio propio.
Fueron tan egoístas, esa eterna pelea de egos, no les importaba no darme los unico que les pedia –paz, coherencia, respeto-. Pero me lo daban de esa forma turbia, de esa forma en la que hay que agradecer, y yo no quiero dádivas esclavizantes, ni sacrificios, mucho menos. Y estoy tan enojada que no puedo aceptar ninguno de sus regalos, ni espero nada. Mucho menos escuchar de contrabando esa lista de cosas que queres hacer por mi, para estar conmigo. Esa lista que te convertiria casi en un autentico heroe de película.
Pero yo no quiero. NO QUIERO. Porque se que en cuanto lo hagas (y ya lo estas haciendo) voy a estar tan enojada como ahora, porque no puedo con mi enojo. Te voy a ignorar y vas a pensar que todo me importa nada. Y te voy a perder.
Y la reputisima madre que lo pario carajo, nada me importa mas que vos. Y nada me enoja mas que vos.
Y encima saltas con ese tema del tiempo, de que queres disfrutar tus ultimos años de vida y yo aca desperdiciandote de esa manera desaforada. Me estoy lastimando tanto a mi misma y a vos. Pero no puedo, te juro que no puedo.
Me levanto cada dia con el veneno en la sangre de saber que te pierdo y que no volves y que me voy a arrepentir tanto… todo esto es muy injusto.
Ojala me odiaras, asi yo tendria una razon logica para convertir mi enojo en odio, y no tuviera que lamentar esto.
¿Por qué siempre los demas dan tanto por mi y yo tengo que arruinarlo todo?
Porque nunca amo a los que me quieren, y deseo tanto a los que no?
Andate, huí, yo te quiero cerca, pero andá y disfrutá, volá. Te amo. Perdón.




Listo, me descargué jajajjajajaja. La paz del señor!

No hay comentarios: