This is the dawning of the rest of our lives

sábado, 19 de noviembre de 2011

El iceberg, el fuego, la tierra y el cielo.

Dejame morir un rato, dejame hablar sin tener miedo, una vez mas.
Ya se que quizas lo dije todo, no todo lo que tenia para decir, pero si todo lo que querias escuchar. Ya se que… nada, no importa.
El cielo esta gris y la ciudad esta llena de almas, la tierra esta llena de cuerpos y estos parecen nunca llegar a unirse, todo se quema sobre el suelo y las cenizas nunca van a ninguna parte. Crees que quemamos todo lo que eramos? Yo, un alma en combustible, vos la mecha que prendio el aire.
Yo me pregunto entonces, adonde esta tu alma? Si es que no la tiraste en las llamas y la dejaste consumirse.
La mia quiere bajar y encontrarte, pero al menos en el momento en que crei encontrarte, mas cerca de la tierra que del cielo, deje que todo ardiera, por supe que era la unica vez. Y aquel alma que atrapaste sin proponertelo, te reclama sin pedirme permiso y ahora que se que ya no queda mas nada, no puedo dejar de buscarte, aunque no te busco porque se que no pasa nada de esto por tu cabeza.
Y después del fuego todo lo que no se ha consumido, una vil estructura de todo lo pasado va congelandose lentamente hasta transformarse en lo mas imprenetrable; el hielo.
Deje todo lo que era bajo esa coraza, para ofrecer resistencia la proxima vez que todo arda, para no dejarme ir en la primera chispa, para no sentir nada, para no quedar otra vez con los pies sobre la tierra buscando el cielo y algun dia, cuando seas capaz capaz de arder sin morir en cenizas, si alguna vez llego a atravesar el iceberg, es probable que el mio, tambien se deje consumir.

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